Lo que era un viaje de vacaciones en auto para reunirse con su padre, se tornó en una tragedia para la familia Boquet. El pasado lunes, alrededor de las 10 de la mañana, en horario local, los Boquet viajaban de Las Vegas a Washington, sin imaginar que en Oregón su destino cambiaría por completo en un accidente automovilístico. Erika, de 29 años, y sus tres hijos -Isabella de 11, Elisabeth de 9 y Tytis de 6- fallecieron en una terrible colisión. Kyla Brown, de 28 años, y sus dos hijos -Arianna de 10 y Xavier de 2-, también perecieron en la escena.
De acuerdo con los reportes de la policía en Oregón, el auto de Erika Boquet, un Toyota 4Runner 2016, chocó con un carro del mismo modelo año 1999, conducido por Mark Robert, de 48 años de edad, quien también falleció en el accidente. Las autoridades confirmaron que el conductor, que viajaba solo, manejaba al otro lado del camino y se cruzó al carril de la madre de familia.
El padre de Erika y la pareja de Kyla se encontraban en un vuelo hacia Nevada, en donde habían acordado reunirse con su familia. Devastado, el papá de Erika confirmó la noticia en su perfil de Facebook. "Mi corazón duele como nunca antes. No tengo respuestas para los miles de 'por qué'", escribió. "Perdimos a siete seres amados y el dolor que sentimos es muy profundo. Necesito ver el amor de todos ellos reflejado en ustedes", agregó con una petición para montar una vigilia en honor a su hija y nietos.
Una pérdida que será difícil de superar
Ha sido Jessie Tate, hermano de Erika, quien ha dado los informes más completos sobre el accidente, sin ahondar en detalles que puedan herir aún más a su familia o a la de Kyla Brown. Tate reveló que se enteró de la terrible noticia por amigos y familiares que lo contactaron a través de las redes sociales. Boquet solía ser voluntaria en una organización sin fines de lucro que creó, llamada Last Stop, y que proveía de recursos a familias de bajo ingreso.
Jessie, además, ha abierto una cuenta en GoFundMe, para recaudar el dinero necesario para completar los trámites ante las autoridades y después despedir a toda la familia con un funeral. "Erika y sus hijos fallecieron en un fatal accidente de auto el 13 de agosto de 2018. Estaban viajando fuera de la ciudad para unas vacaciones familiares, pero nunca llegaron a su destino. Nuestra familia sufre una gran pérdida. Tratamos de reunir suficiente dinero para traerlos a casa (en Washington) y darles el entierro que merecen".
En su mensaje, también recordó con grandeza a su hermana: "Erika era amable y siempre estaba al pendiente de los demás. Su corazón era muy grande y estaba lleno de compasión", dijo. "Las palabras no pueden describir lo mucho que vamos a extrañar a Erika, Bella, Elisa y Tytis. Nos los quitaron muy pronto", agregó el hombre de 30 años.